Es común

imagen tomada de: http://www.manueljabois.com/

Cuando vas por la calle y de repente el sonido de un autobús te hace brincar, cuando por un momento sientes que has perdido tu celular y luego lo encuentras en el fondo del bolso o simplemente vas caminando y descubres un pequeño insecto pegado de tu pierna. Has pasado por estos y muchos  otros  momentos, aunque digas ser muy fuerte, valiente, rudo o como lo quieras llamar. El miedo, es la expresión de un intenso sentimiento, habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, cosa con la que la mayoría nos identificamos, pues todos estamos expuestos al peligro diariamente.

"El susto, sobresalto o reacción de alarma es una respuesta de la mente y del cuerpo a un estímulo repentino e inesperado, como puede ser la luz de un flash, un sonido ruidoso o un movimiento rápido cerca de la cara. En el caso de los humanos, la reacción incluye un movimiento físico al margen del estímulo, una contracción de los músculos de los brazos y piernas y a menudo un parpadeo. También se dan cambios en la presión sanguínea y en la respiración."

Sentir temor, es algo tan común como caminar por la calle, tanto que se hace parte de nuestras vidas  nos acompaña a cada minuto y en cada acción que desarrollamos; cada que decidimos emprender un nuevo reto, cumplir un nuevo sueño o simplemente al momento de decir lo que pensamos, indistintamente, el miedo nos acompaña, se convierte en un compañero en cada momento, en el día a día y sólo  se desprende de nosotros cuando la seguridad le gana una ardua batalla.

Llegando a un punto importante, la seguridad, ese sentimiento tan difícil de conseguir y que muchas veces se ve superada por el miedo y es por esta razón que al caminar por la calle, se ve a muchas personas prevenidas de lo que pueda pasar. Todos alguna vez, al caminar por la calle nos hemos sentido propensos a ser robados, atacados e incluso violados. Esta es la inseguridad que nos carcome día a día.